Todos los usuarios más inquietos de la red han deseado convertirse en hackers alguna vez. Lamentablemente hay muchos de ellos, jóvenes de edades muy reducidas, que utilizando sólo un simple troyano ya se creen en el derecho de llamarse hackers. Estos estúpidos lammers piensan que el sistema ya es vulnerable utilizando la aplicación que otro ha trabajado con tanto afín.
La clave no es utilizar el arma, sino ver lo que hay dentro de ella para crearla. Ése es el camino adecuado. Sin embargo, a pesar de ello hay muchos programadores que utilizan la misma ética de los lammers: los Crackers. Dicha forma de actuar, es para beneficio propio, para acceder a sistemas, hacer daño o robar información.
La diferencia entre ellos es que el lammer no tiene los conocimientos adecuados y sólo utiliza uno, o varios programas para acceder a los sistemas.
El Cracker, es muchísimo más peligroso. Conoce los sistemas tan perfectamente como lo haría un hacker y puede ser devastador cuando lo hace.
La diferencia entre un hacker y un Cracker es su código ético. El hacker es un erudito de la seguridad que utiliza un sinfín de técnicas y aplicaciones para acceder a los sistemas, igual que el Cracker, pero de forma didáctica nunca para irrumpir en sistemas de forma ilegal.
Hay otro concepto más: El newbie. Tiene los mismos conocimientos que los lammers, pero intenta utilizar la misma ética que el hacker, aprendiendo, integrándose en la comunidad para utilizar correctamente sus técnicas y aplicaciones.
